Las realidades de este mundo
En estos tiempos que corren, tenemos ante nosotros dos realidades, una virtual y otra real. ¿Quién se lo iba a decir a nuestros antepasados?
Lo curioso es que ambas realidades son interpretadas en nuestro cerebro como una experiencia sin diferenciar entre lo virtual y real. Esto tiene grandes ventajas porque vamos creando nuevas conexiones neuronales sin necesidad de tener que experimentarlo en la vida real y esto ayuda a mantener nuestro cerebro sano.
A mi me resulta más atractiva la realidad virtual porque puedo crearla con mi pensamiento y lo suelo hacerlo para que me llene plenamente. La contemplación del mundo real a veces me produce cierto rechazo principalmente por el comportamiento humano. La utilización perversa del lenguaje ha modificado mucho la realidad real y expresiones que hace no tantos años eran normales, hoy no son aceptadas por la sociedad. Si haces algo durante 21 días habrás creado un hábito y si una expresión la haces 200 veces, la habrás metido en la sociedad.
Otras veces contemplo como directivos que se han enriquecido económicamente tienen a sus empleados metidos en ERES, ERTES, con retrasos en los pagos de nóminas…. en definitiva no en la mejor situación. Lo que me sorprende, es que con más frecuencia de la que tendría ser permitida, el chófer con el coche de alta gama le suele esperar a la puerta de la oficina y eso no me parece bien. Para el coche, el chófer, la gasolina, los impuestos, para todo eso si suele haber dinero.
Mi estilo de dirección no es ese, es más lo repugno. En la nueva era, debemos ser cuidadosos con lo que hacemos con las personas. Si hay beneficios deberíamos compartirlos con quien ha ayudado a generarlos, cada cosa en su justa medida por supuesto. Este es un estilo de dirección mucho más inteligente porque nos dará mayores beneficios y las empresas se crean para ganar dinero. Si por el contrario hay pérdidas, esas deben ser para todos y los privilegios deberían ser los primeros eliminados de las cuentas contables.
Las realidades son las que interpretamos cada uno de acuerdo a nuestras enseñanzas y valores. Cada cerebro ha ido almacenando información y naturalmente cada ser humano interpreta una realidad ante el mismo hecho. Lo que no es tan interpretable son los valores y éstos se han ido perdiendo durante muchos años y parece que nos cuesta recuperarlos.
Recuperar los valores es el reto que tenemos por delante en esta nueva era. Seamos mejores cada día y disfrutemos de ambas realidades.